El halving, es una medida automatizada en el código Bitcoin, que sucede cada cuatro años.
Esto ocurre, al momento en que la recompensa que reciben los mineros por bloque se reduce a la mitad, es decir, los mineros reciben una cantidad determinada de Bitcoins cada diez minutos, después de cada bloque.
Sin embargo, después del halving, esta cantidad se reduce a la mitad, por lo que, si hoy reciben 12.5 Bitcoins, después de mayo del 2020, estarán recibiendo 6.25 Bitcoins.
Estos Bitcoins nuevos, circulan en el sistema, aumentando así la cantidad disponibles en el mercado, lo que implica que una reducción en la recompensa causa una reducción en el flujo de nuevos Bitcoins en el sistema. El primer halving, ocurrió en el año 2012, el segundo ocurrió en el año 2016, el tercero, no ha ocurrido, pero ha sido programado para Mayo del 2020.
Un halving tomará lugar cada cuatro años, hasta llegar al total del suministro de 21 millones de unidades, contemplado en el libro blanco de Satoshi Nakamoto. En corto plazo, el halving tiene un efecto negativo en el sector minero, puesto que, de la noche a la mañana, su recompensa se reduce a la mitad. Esto podría tener un impacto significativo, en la rentabilidad de las operaciones mineras. De hecho, el precio de producción de un Bitcoin podría ser significativamente superado, a su cotización de mercado, lo que por supuesto, llevaría a pérdidas económicas, para muchos mineros. Es necesario subrayar, que la baja rentabilidad de la minería desalienta a muchos mineros, a la hora de seguir manteniendo su operación, y
la suspensión de actividades, tienen un impacto perjudicial, en el poder de hash de todo el sistema.
Los mineros más solventes, por lo general, financian su propia operación, con reservas de dinero fiat, mientras esperan que, con el tiempo, el precio de Bitcoin suba, y así la rentabilidad minera se recupere, pese a la reducción del halving. Resulta importante señalar, que este es un proceso que, por lo general, favorece a los grandes mineros, y perjudica a los más pequeños.
Entonces, podríamos decir que el halving en el sector minero, por lo menos en el corto plazo,
ayuda a centralizar la industria.
Por otra parte, el halving ejerce un impacto positivo al flujo de Bitcoin, y beneficia su valoración.
Esto ocurre, al reducir la cantidad de Bitcoins nuevos en circulación, y así, Bitcoin se convierte un activo aún más escaso. Esa escasez, impulsa su precio a nuevos máximos, por lo que, en el caos de Bitcoin, la demanda crece cada año, y una reducción en la oferta, genera una presión alcista. Conviene destacar, que el efecto del halving no se aprecia, por lo general, en el corto plazo. Aunque sí tiende a ser palpable, en el mediano plazo.
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